lunes, 13 de agosto de 2012

¡Adiós Londres, adiós sueño de medalla!

Daniel Jiménez
djimenezprensacr@gmail.com


Terminó Londres, no hay medalla para Costa Rica. Una vez más los ticos tienen participación en unas justas olímpicas sin llegar a nuestro país con una presea y con algo más de la satisfacción por formar parte de la delegación olímpica.

Pero no es culpa de ellos. Los atletas costarricenses son víctimas de la mala organización, del poco apoyo económico que poseen y aunque exista el caso de algunos como Nery Brenes, quien si es apoyado por la empresa privada, hay que indicar que es de un tiempo para acá, porque cuando era niño o adolescente no contó con los beneficios ni mucho menos preparación para ciclo olímpico.

Nuestros representantes son víctimas de la escasa o nula planificación por parte de las autoridades encargadas en el tema del deporte desde tempranas edades, como si lo hacen otros países, pero además hay que acotar que con la participación de los ticos en las justas ya se cumple un ciclo olímpico.

Para los nacionales, las olimpiadas es una guerra. Van a la muerte, no ganarán medalla. Pero el hecho de ya asistir a unos Juegos Olímpicos marca la vida de cualquier deportista.

Por eso no podemos culpar a nuestros atletas de no venir a Costa Rica con ninguna medalla olímpica tras las justas en Londres.

Fotografía sumistrada por: Comité Olímpico Nacional CON

miércoles, 8 de agosto de 2012

Sencillamente no tiene sentido


Realizado por: Viviana Díaz Rojas
vividr88@hotmail.com

La divulgación de un video personal de la ex ministra Karina Bolaños la semana anterior llamó la curiosidad del pueblo costarricense. Inicialmente, muchos pecamos de maliciosos y vimos y comentamos el video sin pensar en todo lo que trascendía. Pocas horas después nos enteramos de la vida personal de Bolaños, con lujos y detalles, y hasta llegamos a juzgarla, pero todo terminó cuando nuestra presidenta se proclamó al respecto.

La reacción de Laura Chinchilla fue pedir su destitución sin siquiera realizar una investigación previa. Aquí empezaron las manifestaciones de inconformidad, principalmente en redes sociales, a lo que Bolaños permanecía en silencio. No hubo pronunciamiento hasta que la costarricense Glenda Umaña, periodista de CNN en español, le hizo una entrevista y decidió hablar. La ex ministra entre lágrimas siguió con la novela que ya le habían hecho pública, a mi percepción, hundiéndose cada vez más.

La vida personal de cualquier funcionario de la República no debería estar en boca de todos los costarricenses, ni siendo este titular de cultura y juventud. El incidente es un tanto polémico ya que para el ministerio al que pertenece no es adecuado este tipo de actos, sin embargo no deberían ser de la incumbencia de la entidad y aún menos de los costarricenses. Si pienso que Bolaños cometió un error al no cuidar su vida e imagen pública, y más aún prestándose para un video de ese calibre sabiendo el puesto que ocupaba. Los errores de Karina Bolaños, aunque no son de aplaudir, son propios del ser humano pero no lo es la posición de la presidenta.

Laura Chinchilla inició su campaña política alardeando el hecho de llegar a ser la primera presidenta de Costa Rica, subrayando el ser mujer pero esta vez no lo fue. Le dio la espalda inmediatamente a Bolaños tratándola como muchos la trataron poniéndole adjetivos alusivos a animales que pueden ser fuertes y no le hizo falta decirlos para darlos a entender. Es vergonzosa su posición como a otras personas si les “tapa” casos más claros de corrupción y a ella le da la espalda como buena mujer. En este país suceden cosas que no tienen sentido.

Doble moral en caso Karina Bolaños

Daniel Jiménez
djimenezprensacr@gmail.com

Toda una semana el famoso video provocativo de la ex viceministra de juventud Karina Bolaños le dio la vuelta al mundo y estuvo en prestigiosos medios internacionales como CNN, El Mundo y hasta el sitio web deportivo español Marca.com.

En Costa Rica, evidentemente no fue la excepción, incluso el Periódico La Teja tuvo su gran "primicia" al ser los primeros en publicar la nota de que tenía un par de demandas por acoso ante el denominado
"Pequis".

El tratamiento de los medios nacionales no fue el adecuado ante este video, Bolaños fue víctima de un delito, porque le robaron su video intimo, de contenido privado, y las empresas periodísticas enfocaron sus informaciones en este material.

Si los medios de comunicación nacionales hubieran difundido que tenía denuncias por acoso, sí, pero sus tratamientos de información en relación con el popular video de Bolaños.

Sin lugar a dudas deja evidenciado la doble moral del tico, que incluso un medio como Telenoticias, que posee mucha credibilidad en las y los costarricenses, salió con el "tiro por la culata".

Su codirector, Ignacio Santos, realizó un editorial en relación con el video, mientras que mucha gente en las redes sociales de Teletica indicó que ellos mismos habían despedido a una modelo por hacer lo mismo.

Campaña en apoyo a Karina

La presidenta de la República, Laura Chinchilla tomó la decisión de destituir de su cargo de viceministra de juventud, lo que provocó repudió en Redes Sociales.

Muchas personas posaron con un cartel "Yo también soy Karina" lo que deja evidenciado el apoyo del pueblo a este ex funcionaria pública.

La mandataria Chinchilla en rueda de prensa indicó que no se iba a referir del tema, por lo que los medios no pudieron ahondar en el detalle de la destitución de Bolaños.

Cuando los periodistas ahondan un poco más se dan cuenta de que el video fue grabado en Sudáfrica en una gira pagada por el Estado por lo que difunden esa información.

Sin duda la noticia de la semana fue propiciada por un hecho privado de un funcionario público, lo cual no es noticia, los medios de comunicación difunden que Bolaños grabó un video privado y que fue destituida de su cargo.

Costa Rica gira su mirada hacia el tema y los mismos medios descuidan su agenda periodística para incluso hacer editoriales, con doble moral, acerca de la que hoy es exviceministra de Juventud y que tiene un video privado, intimo, en redes sociales, que se han convertido en el paredón de fusilamiento del Siglo XXI.